La mediación, al igual que el arbitraje, es una forma de resolución alternativa de disputas en la que las partes enfrentadas buscan la ayuda de un tercero neutral. Sin embargo, los mediadores no toman decisiones, sino que son profesionales capacitados en técnicas de negociación. Su función es más diplomática, facilitando un diálogo razonable y ayudando a las partes a llegar a un acuerdo aceptable para ambas. La mediación ofrece varias ventajas frente a los procedimientos judiciales. La mediación es:
En ocasiones, la mediación es requerida por un contrato entre las partes. En otras, el tribunal exige que las partes en disputa intenten la resolución alternativa de conflictos (ADR, por sus siglas en inglés) antes de recurrir a un juicio. Los mediadores pueden ser recomendados por los tribunales o colegios de abogados, y existen empresas especializadas en servicios de ADR. Aunque es deseable, no es imprescindible que un mediador tenga formación o experiencia en el área legal específica del conflicto. Sin embargo, sí debe contar con entrenamiento y algo de experiencia en resolución alternativa de disputas.
La mediación es una forma de ADR que permite a las partes buscar una solución a su conflicto sin necesidad de un juicio. Las partes trabajan con un mediador, que es un tercero neutral. Usualmente, los mediadores han recibido formación en negociación o cuentan con experiencia práctica en su trayectoria profesional.
A diferencia de un juez, el mediador no decide quién gana; más bien, facilita la comunicación entre las partes y ayuda a identificar los problemas y las soluciones. El objetivo es que las partes alcancen un acuerdo aceptable.
La mediación puede ser atractiva porque es menos adversarial. Esto puede ser importante cuando la relación entre las partes debe continuar en el futuro, como en el caso de una pareja divorciada con hijos. El proceso también es menos formal que los procedimientos judiciales.
La mediación suele ser menos costosa que un litigio, lo que representa otro beneficio. Otra ventaja es que generalmente toma mucho menos tiempo que una demanda tradicional. Los litigios pueden prolongarse durante años, pero la mediación suele completarse en pocos meses. Los sistemas judiciales están promoviendo la mediación y otras formas de ADR para descongestionar sus calendarios. Existen programas voluntarios, pero en algunas jurisdicciones la ADR es un paso obligatorio antes de que un caso pueda avanzar a juicio.
La mediación puede aplicarse en diversos casos y, a veces, es requerida por un contrato entre las partes. Los mediadores pueden conseguirse mediante referencias de tribunales o colegios de abogados, y hay empresas especializadas en servicios de ADR. Idealmente, un mediador debería contar con formación o experiencia en el área legal relacionada con su conflicto.
La mediación suele ser un método exitoso para alcanzar un acuerdo. Si las partes no logran resolver su conflicto, la información compartida durante la mediación puede estar protegida como confidencial según la legislación estatal. Contacte con nuestro bufete de abogados hoy mismo para ayudarle a determinar si la mediación es una herramienta valiosa para resolver su caso.